UN HOMBRE BAJO EL AGUA

SINOPSIS:
Un hombre bajo el agua es un viaje de ida y vuelta a la infancia a través de la memoria, una historia que nos habla de la excesiva complejidad con las que los adultos miran el mundo. A partir de un suceso inesperado se desencadena un magnífico ejercicio narrativo, en el que la historia va dejando paso a la presencia del autor y a la vida que lo rodea, hastra que ambos acaban siendo los auténticos protagonistas. Esta es una novela inclasificable, llena de ritmo, de giros inesperados, en la que Juan Manuel Gil demuestra una maestría literaria brutal.
OPINIÓN PERSONAL:
Con ‘Un hombre bajo el agua’ nos encontramos ante un ejercicio narrativo de altos quilates. Esta es una historia de autoficción, en la que autor y personaje se fusionan en uno mismo para ofrecernos un relato donde los márgenes de lo real y lo ficticio se entremezclan y se confunden, haciendo que el lector dude sobre la veracidad de una historia en cualquier caso creíble.
Todo arranca y gira en torno a cuando, en su infancia, el álter ego del autor, Juan Manuel Gil, halla el cadáver de Eduardo Huergo bajo el agua de una balsa. Pero tampoco nos confundamos pese a la importancia de ese hecho concreto, pues no deja de ser un pretexto. En realidad, hay mucho más: un brillante ejercicio de recuerdo y nostalgia, de reconstruir el pasado desde la visión del adulto. Una manera de poner en entredicho la memoria desde la distancia que otorga el tiempo.
“—Siempre podré decir que se trata de autoficción.
—La autoficción es cosa de escritores acomplejados. Esto no lo he dicho yo. Es de tu cosecha.
—Entonces, ¿dejo de escribirla? ¿Crees que ese argumento justifica que abandone aquí?”
El autor inicia una serie de encuentros y entrevistas con otros personajes que vivieron el mismo episodio, y a través de sus testimonios afloran otras realidades del mismo caso vividas por personas distintas. A priori, el escritor parece querer resolver algunas incógnitas sobre el hecho acaecido que en su día quedaron en el aire. Pero cuidado, es una falsa apariencia, pues en realidad lo que subyace es una búsqueda de inspiración para su obra, y de paso, una profunda reflexión acerca de la condición humana y de las relaciones tanto sentimentales como de amistad e incluso materno y paternofiliales.
Algunos pasajes del relato, pese al dolor, rebosan belleza y están tratados y contados con una sublime delicadeza, además de poseer una fuerza brutal que te llega hasta lo más profundo. Salvando algunas diferencias, en algunos momentos me ha recordado bastante a El dolor de los demás de Miguel Ángel Hernández, aunque el tratamiento de la historia y el relato sean diferentes.
Una lectura con un punto interesante de riesgo y una estructura fuera de lo común, narrada de manera exquisita con extrema sutileza. Y digo desde ya, que por lo que a mí se refiere, como mínimo se ha convertido en la sorpresa del año. Si tienen ocasión, dense el placer de leerla, estoy seguro de que no se arrepentirán.
“Todo acaba pasando. La curiosidad, la pasión, el dolor, las certezas y, por supuesto, la misma vida. Tarde o temprano llega ese momento en el que nos desprendemos de buena parte de nuestro equipaje. Y el cansancio o la decepción suelen ser buenos aceleradores de ese proceso.”

EL AUTOR:
Juan Manuel Gil (Almería, 1979), es autor del libro de poemas Guía inútil de un naufragio (Premio Andalucía Joven de Poesía, 2004), de la novela Inopia (2008), del extraño volumen Mi padre y yo. Un western (premio Argaria 2013 a la mejor biografía), de la colección de artículos Hipstamatic 100 (2014) y de la novela Las islas vertebradas (Playa de Ákaba, 2017) una historia sobre la fragilidad humana. Forma parte de algunas antologías y fue becado por la Fundación Antonio Gala. Habitualmente escribe para varios medios de comunicación. Un hombre bajo el agua (Expediciones Polares, 2019) es su última novela.
Título original: Un hombre bajo el agua
Editorial: Expediciones Polares